Desde que el sol calentaba los techos de las humildes casas del populoso barrio, hasta que las incipientes sombras de la noche comenzaban a cubrir sus calles de tierra y empedrado, repiqueteaban incansablemente las voces de los pibes corriendo detrás de la pelota.
Esos gritos pasionales junto a tantos otros sonidos cotidianos como el tango, los conventillos, las fábricas y el tranvía daban vida al barrio de inmigrantes, esa vida que alternaba instantes de apuro y arrebato con momentos de calma y placidez, contrastes que amasaban la propia identidad de la barriada llenando de sustancia el que era su nombre: Almagro.
Y si ese Almagro identificaba al barrio, cómo no iba a estar presente en aquel primer nombre que el 14 de enero de 1907 un grupo de pibes decidieron ponerle a su equipo de fútbol: Forzosos de Almagro. Demostrando que nacimos grandes, aquellos pibes liderados por dos próceres de nuestra gloriosa historia: Federico Monti y Antonio Scaramusso, dieron el paso decisivo para que millones de personas tengan hoy este sentimiento inexplicable llamado San Lorenzo.
Así surgió la idea de armar un club, a instancia de Federico Monti, Luis Gianella, Luis Manara y Francisco Xarau. Y llegó el 1º de abril de 1908, fecha que quedará para la posteridad como la de fundación de San Lorenzo de Almagro.
Antonio Scaramusso fue el primer presidente del club y su tarea fue muy importante en el momento de alquilar primero y luego adecuar el campo de deportes para que el Gasómetro fuera una realidad en 1916.
La década siguiente fue quizá la más importante en la historia del club. El primer equipo se consagró campeón en 1923 y 1924 del fútbol argentino, en 1924 y 1928 de la Copa internacional “Río de la Plata”, fue subcampeón en 1925 y 1926 y en 1927 consiguió un campeonato record sin conocer la derrota durante 20 meses.
Algunos de las glorias responsables de este lustro tan glorioso de nuestra historia fueron: Enrique y Luis Monti, Alfredo Carricaberry, Lindolfo Acosta, Juan Maglio, José Fossa, Domingo Caldano, Antonio Valente, José Danieli y Eduardo Larrandart –el presidente más ganador de nuestra historia–.
En 1929 asume la presidencia del club Pedro Bidegain, quien durante su corto mandato, interrumpido por su exilio durante la dictadura militar del ´30, quintuplico la cantidad de socios del club transformándose nuestra institución en el club con más socios del país junto a River y duplicando a los otros grandes en cantidad de asociados.
En 1933 San Lorenzo conquista su primer título de la era profesional habiendo disputado con Boca Juniors la punta del torneo hasta la última fecha.
A fines de los ´30 asume la presidencia del club Enrique Pinto y durante su mandato el club incorpora a su patrimonio terrenos sobre Av. La Plata, Inclán, Muñiz y Mármol.
En 1945 inaugura las grandes obras: el natatorio, el polígono de tiro, las canchas de Bowling, el gimnasio de boxeo, las canchas de Pelota-Paleta cubiertas, y lujosos vestuarios para los asociados. Estas obras colocan a San Lorenzo como la institución con más socios del país: 33.489 (al cierre del año anterior poseía 19.954 socios).
La conjunción de grandes jugadores de fútbol, el respeto por el buen trato del balón y una brillante preparación atlética, confluyeron en el extraordinario San Lorenzo campeón de 1946, dirigido técnicamente por dos grandes de la historia del club: Diego García y Pedro Omar y con la preparación física de Francisco Mura.
Con noventa goles convertidos a un promedio de tres por encuentro el equipo tuvo rendimientos de alta calidad en la mayor parte del campeonato. Con la presencia estelar del “terceto de oro”: René Pontoni, Rinaldo Martino y Armando Farro, quienes entre los tres convirtieron 56 goles. Pero estas tres figuras no estaban solas, los acompañaban: Oscar Silva, Francisco de la Mata, Mierko Blazina, José “Pepe” Vanzini, Bartolomé Colombo, Oscar Basso, Ángel Zubieta y Salvador Greco. Entre todos armaron un equipo memorable que ha quedado en la historia del fútbol nacional y mundial. A fines de 1946 este equipo realizó una gira por España y Portugal que quedó en la historia por el gran despliegue del equipo y el reconocimiento que recibió nuestro club desde el periodismo especializado del mundo futbolístico.
Llegado 1959 el equipo conducido técnicamente por José Barreiro realizó una campaña extraordinaria y consagro a San Lorenzo campeón con 45 unidades y la delantera que integró la Selección Argentina en el Sudamericano de ese año. Los principales jugadores del equipo fueron: Norberto Boggio, José Carrillo, Héctor Facundo, Omar Higinio García, David Iñigo, Raúl Martina, Guillermo Reynoso, Miguel Angel Ruiz y José Sanfilippo.
El fútbol mundial conocería en 1968 la magia de “Los Matadores” un grupo de hombres que se metió en la historia grande del Club Atlético San Lorenzo de Almagro y del fútbol argentino, al transformarse en el primer Campeón invicto que tuvo el fútbol profesional. El San Lorenzo Campeón Metropolitano de 1968 fue un verdadero equipo formado por un técnico sensacional amante del buen juego y por sobre todo un excelente ser humano, Elba de Padua Lima, más conocido por “Tim”. El equipo terminó ganando la zona “A” con una contundencia nunca vista en el fútbol local.
Algunas de las figuras que conformaron el plantel campeón fueron: Rodolfo Fischer, Antonio Rosl, Alberto Rendo, Oscar Calics, Rafael Albrecht, Pedro González, Sergio Villar, Victorio Cocco, Roberto Telch, Miguel Tojo, Carlos Buticce, Calos Veglio, Juan Sconfianza, Agustín Irusta y Héctor Veira.
Continuando con una sana costumbre que a lo largo de su historia caracterizó al Ciclón, la de batir récords, en 1972 se convirtió en el primer bicampeón del fútbol argentino. Este equipo fue uno de los más contundentes y exitosos que tuvo la institución, conducido por Juan Carlos Lorenzo, obtuvo en forma brillante los dos campeonatos disputados.
La noche del 23 de diciembre de 1974, significó un nuevo título para San Lorenzo de la mano de Osvaldo Zubeldía. Nuestro primer equipo había tenido un ciclo extraordinario entre 1968 y 1974: de los 14 torneos que se disputaron entre estos años San Lorenzo fue protagonista en 12, pudiendo haber sido campeón en todos ellos. Muchos se escaparon de forma insólita en el final pero lo cierto es que fuimos el equipo que más puntos obtuvo en dicho ciclo. Seguramente nadie imaginó que pasarían 21 largos y oscuros años sin ganar títulos, años durante los que también perderíamos nuestro lugar en el mundo: “el Viejo Gasómetro de Avenida La Plata”.
Tras perder su estadio San Lorenzo realizó malas campañas y el 15 de agosto de 1981 el Ciclón descendió de categoría. El año 1982 comenzó con la llegada al gobierno del Club de Héctor Hugo Habib y con la confirmación en el cargo de entrenador de Juan Carlos Lorenzo. Los directivos arreglaron el alquiler de la cancha de Ferrocarril Oeste por un año y el debut del campeonato fue ante Gimnasia en Caballito. El pueblo sanlorencista se fue sumando espontáneamente, cuadra a cuadra, varios miles de hinchas llegaron en caravana para ver al primer equipo que inició su camino al ascenso.
El 13 de marzo de 1982, San Lorenzo visitó a Tigre por la 6º fecha, en el Estadio Monumental, donde el elenco de Victoria actuó como local. El público azulgrana colmó prácticamente todas las instalaciones quedando gente afuera. Solo la Selección Argentina, y River -en una final de Copa Libertadores- lograron colmar totalmente las instalaciones como lo hizo San Lorenzo aquella tarde del ochenta y dos.
El empate de la fecha dieciocho ante Deportivo Español significó el alejamiento del “Toto” Lorenzo, y en su reemplazo llegó como entrenador José Yudica, quien conseguiría el ascenso a primera división.
El 6 de noviembre de 1982, Rubén Darío Insúa, mediante la ejecución de un tiro penal se metió en la historia de San Lorenzo al darle la enorme alegría al hincha de retornar al lugar que nunca debió dejar. Aquel año quedó en la historia como una muestra de verdadera militancia sanlorencista.
En el metropolitano de 1983 San Lorenzo realizó una excelente campaña en su retorno al círculo privilegiado, logrando además del subcampeonato, ser el equipo más goleador y con más convocatoria del torneo.
La crisis institucional y económica que se agudizó en 1986, y en ese marco tan triste para San Lorenzo, surgió un grupo de jugadores que le pusieron el pecho a esta adversidad y que pasó a la historia con el mote de “Los Camboyanos”. Su mayor virtud fue que se agrandaron en la adversidad, sufriendo todo tipo de vicisitudes que en tiempos de profesionalismo parecían no existir. Llegaron a bañarse con agua mineral después de los entrenamientos porque habían cortado el suministro de agua a la Ciudad Deportiva. El punto de inflexión en la historia de este grupo fue la memorable tarde del 7 de septiembre de 1986, cuando en Avellaneda derrotamos a Independiente (que era el puntero) por 1 a 0 con gol de Walter Perazzo. El equipo salió a la cancha con jugadores sin contratos, sin técnico (dirigió el “Flaco” Cousillas) y sin haber entrenado los días previos por las abultadas deudas que mantenían con los lamentables dirigentes. Los once hombres que nos dieron aquella enorme emoción en Avellaneda fueron: José Luís Chilavert, Luís Malvarez, Sergio Marchi, Rafael Luongo y Jorge García, José Alul, Blas Giunta, Fabián García y Darío Sivisky, Eduardo Hernandez y Walter Perazzo.
Tras catorce años de vagar por distintos escenarios del fútbol argentino y sufrir la cargada de nuestros rivales, el 16 de Diciembre de 1993 San Lorenzo recuperó su dignidad y volvió a ser local. Fue el volver a vivir para los sanlorencistas, que en gran número formaron una caravana del Gasómetro de Avenida La Plata al flamante Estadio Pedro Bidegain.
La larga pesadilla de veintiún años sin títulos se terminó aquella fría noche rosarina del domingo 25 de junio de 1995. Los más de 35.000 hinchas del Ciclón que llegaron hasta la ciudad rosarina en un acto de fe y fidelidad inigualable vivieron un conmovedor festejo. Es que San Lorenzo llegaba a la última fecha con una unidad menos que el líder Gimnasia, por lo que debía esperar que Independiente empatara al menos para que, en caso de ganar, San Lorenzo se consagrara Campeón (favorecido por la diferencia de gol). Los principales exponentes del plantel que se consagró de la mano del “Bambino” Veira fueron: Passet, Arévalo, Ruggeri, Manusovich, Escudero, Tuzzio, Borelli, Galetto, Silas, Netto, Monserrat, Rivadero, Ortega Sanchez, Arbarello, Biaggio, Gonzalez y Bennett.
En 2001 San Lorenzo encontraría un plantel rico y en cantidad, sólo faltaba la mano que sepa elegir a los eventuales once titulares. El técnico elegido para reemplazar Oscar Ruggeri fue el Ingeniero Manuel Pellegrini. Tras un campeonato peleado disputado desde abajo con River, el martes 5 de junio San Lorenzo visitó a Argentinos mientras que, simultáneamente, River visitaba a Huracán. Muchos presumían una ida a menos del Globo, pero se equivocaron. Los de Parque Patricios ganaron 3 a 2 y desataron el delirio en Caballito, donde el Ciclón fue un justo ganador (2 a 0). Con tres puntos de diferencia ante su inmediato perseguidor, San Lorenzo recibió el 10 de junio a Unión quizás en el día que más gente convocó en su breve historia el Pedro Bidegain. Si bien la ventaja fue de un gol (2 a 1), el Ciclón fue superior y alcanzó el título de campeón, logrando dos records hasta hoy imbatidos: 11 victorias consecutivas en torneos cortos y la máxima cantidad de puntos (47) en esta modalidad de campeonato.
Tras consagrarse campeón San Lorenzo afrontó nueva edición de la Copa internacional del Mercosur donde compartió grupo con Flamengo, Olimpia y Nacional. Luego de una levantada anímica y futbolística el equipo consiguió en un duro encuentro frente a Nacional en Montevideo la clasificación a los cuartos de final. En esta instancia dejo atrás a Cerro Porteño y en la semifinal venció al Corinthians. En la final tuvo que reencontrarse con el Flamengo y tras el empate en tiempo reglamentario (1 a 1) se definió por penales. Además de convertir su penal, Diego Sebastián Saja ha quedado en la historia de esta Copa ganada por San Lorenzo como el gran héroe, al contener los penales de Juan, Petkovic y Roma. Los jugadores que más presencia tuvieron en esta conquista fueron: Saja, Ameli, Franco, Paredes, Romagnoli, Romeo (goleador con 9 tantos), Erviti, Michelini, Zurita, L. Rodriguez, M. Santana, Morel Rodriguez, Capria, Serrizuela, Acosta, Benito, Estévez y Pusineri.
Ante la ida de Manuel Pellegrini, Rubén Insua fue el elegido para hacerse cargo del plantel. Con una plantilla de menor jerarquía que la que logro la Copa Mercosur y con un estilo de juego conservador, San Lorenzo consiguió un nuevo título internacional. Venció a Monagas (Venezuela) en primera ronda, a Racing (por penales) en cuartos de final y a Bolívar (Bolivia) por la semifinal. El 27 de noviembre, San Lorenzo enfrentó a Atlético Nacional (Colombia) por la primera final. El partido desde el principio se torno muy favorable para San Lorenzo, quien ganó por 4 a 0, logrando la victoria más abultada que se recuerde en una final de los certámenes continentales. El 11 de diciembre se preparo la fiesta azulgrana en el estadio Pedro Bidegain donde se disputó la revancha cuyo resultado fue lo anecdótico: 0 a 0. Así San Lorenzo se convirtió en el primer equipo argentino en ganar dicha competencia.
El cierre de 2006 fue caótico, tanto en lo institucional como en lo futbolístico. Las históricas goleadas en contra aceleraron la despedida de Oscar Ruggeri como técnico. Su lugar fue ocupado por Ramón Díaz, quien hacía cinco años que no trabajaba desde su enredoso alejamiento de River Plate.
El 1 de diciembre de 2007 arrancó el ciclo del riojano. Díaz fue práctico y ante un plantel que arrastraba más pena que gloria armó un equipo sólido y sin fisuras, de atrás hacia delante. Le otorgó el arco a Agustín Orión y continuó con el tronco de la columna vertebral. Ramón afianzó en la zaga a Sebastián Méndez y pidió a un volante central que se transformó en el mejor jugador del campeonato: Cristian Ledesma, quien también ofició de “10”. Además, convenció a Ezequiel Lavezzi para continuar en el club –River estuvo a punto de llevárselo-, recuperó a un relegado Gastón Fernández, y afianzó a un goleador: Andrés Silvera.
El 10 de junio de 2007, seis años después del último éxito local de San Lorenzo, los dirigidos por Ramón Díaz tuvieron un ciclotímico partido para vencer a Arsenal de Sarandi, en ese momento dirigido por un ex DT santo, Gustavo Alfaro.
Tras el pitazo final se desataron los festejos en el Pedro Bidegain donde deliraron los más de 50.000 cuervos que llenaron la cancha., y continuaron como no podía ser de otra manera, en una esquina que condice con la tradición y la mística sanlorencista: San Juan y Boedo.
Práctico, laborioso, humilde y sólido fueron las características del San Lorenzo campeón Clausura 2007, el último previo al Centenario de la Institución de Boedo.
Fuente: “El glorioso San Lorenzo”, de Adolfo Res.
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